
La familia constituye un espacio privilegiado para el cuidado de la salud o puede constituirse por cualquier tipo de disfuncionalidad en un espacio productor de riesgos y enfermedades para sus miembros.
Dentro de ese ámbito, el momento que nace una nueva vida y es recibido en el hospital Luis G Dávila, se constituye para todo el equipo de profesionales en una prioridad.
Desde el momento del alumbramiento el niño es atendido en un ambiente de calidez, con el apego piel a piel junto a su madre, su primer alimento se produce casi inmediatamente.
El pediatra es el encargado de revisar sus signos vitales, reflejos y condición de salud.
Las enfermeras de alojamiento conjunto de ginecología bañan al niño y colocan las vacunas necesarias que le aseguran una excelente calidad de vida.
En audioligia realizan las primera evaluaciones para determinar algún tipo de daño en sus oídos y continuan con el tamizaje metabólico neonatal con el objetivo de prevenir algún tipo de discapacidad y la muerte precoz.
Las madres aprenden la importancia de la leche materna, cuidados del niño, higiene y cuidados alternos que aseguran su desarrollo físico y psicológico.
Esta atención integral e integrada está relacionada directamente con procesos de calidad y planificación dirigidos a la atención en salud de los grupos más vulnerables de la sociedad.
Los niños serán siempre nuestra prioridad.
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