
En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital San Vicente de Paúl, se desarrolló un simulacro de conato de incendio, con el objetivo de ensayar y practicar sobre cómo se debe actuar en caso de una emergencia. Unas 30 personas entre médicos, enfermeras, auxiliares y personal administrativo fueron parte de este simulacro, donde se conformaron brigadas de acción. Sin embargo, se detectaron algunos elementos que se debe fortalecer durante un proceso de capacitación a todo el personal.
Sayri De la Torre, miembro del cuerpo de Bomberos de Ibarra, dijo que es importante realizar este tipo de simulacros ya que se debe trabajar en todas las seguridades y saber cómo actuar en cada una de las emergencias y más si es una casa de salud. “Los simulacros deben efectuarse, de ser posible, en todo lugar en el que pudiera sorprendernos una emergencia como en nuestra casa, hospital, trabajo, oficinas públicas, escuelas, supermercados, entre otros”, manifestó.
“Una de las ventajas de realizar un simulacro, es que podemos comprobar con anticipación, si las acciones de preparación son eficientes y nos permite corregir, en caso de ser necesario, las acciones requeridas para una mejor atención de la emergencia”, dijo Margoth Romo, líder de enfermería de la UCI.
Un simulacro permite estar bien entrenados para actuar correctamente ante un desastre. Una ventaja adicional es que fomenta la cultura de protección civil entre los miembros de la familia y de la comunidad.
Los simulacros de emergencias constituyen una herramienta muy útil para la adquisición de buenos hábitos en situaciones de eventos adversos. Y es el principal motivo por el que un simulacro no debe dejarse a la improvisación, y debe estar ensayado y entrenado de forma que se eviten situaciones peligrosas no controladas, y ayude a actuar con control y prontitud. Para desarrollar esta actividad el personal de salud del HSVP se preparó con dos semanas de anticipación.
“Es importante el control y la coordinación que deben tener los integrantes de los equipos de emergencias, ya que en aproximadamente 10 minutos, deben garantizar la evacuación de un servicio, en el que pueden existir pacientes con diferentes grados de dependencia, niños de hasta meses de edad, por lo que es importante corregir las fallas detectas en este simulacro y mejorar nuestra respuesta entorno al mismo”, concluyó Francisco Rivadeneira, médico tratante de la UCI.
Representantes del Cuerpo de Bomberos, evaluaron la actuación del personal, entregaron recomendaciones, enseñaron al personal la utilización y manipulación correcta de equipos y existe el compromiso de capacitar a todo el personal para que exista una mejor respuesta y preparación para actuar en un evento adverso.
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